O santas y vírgenes o malvadas y putas.
Como primera entrada de este nuevo blog, quisiera aclarar cuál fue la visión de las mujeres que tuve durante gran parte de mi vida. Estoy seguro que muchos hombres también experimentaron una visión parecida de las mujeres, pues a pesar de la leyenda negra que se ha hecho a nuestro género (la que señala que no somos más que neardentalhes incapaces de pensar en otras cosas que comer, beber cerveza, mirar fútbol y fornicar) estoy seguro que hay sentimientos más profundos en algunos hombres (porque, realmente, hay otros que son neardentalhes). Pues bien, de modo muy resumido, podría decir que desde muy pequeño yo dividía y clasificaba a las mujeres en dos grandes grupos: las buenas y las malas, lo que en resumidas cuentas significaba: las santas, las vírgenes; las inalcanzales. Por el otro lado, las brujas perversas, las prostitutas; las peligrosas que había que mantener lejos. Obviamente estas concepciones no surgieron en mi tierna mente adolscente de la nada. Toda nuestra cultu...