Capítulo VIII: "La muchacha de las zapatillas rojas" Primera parte.
Nunca he sido bueno para recordar nombres. Necesito de bastante tiempo para aprenderlos. Como profesor, entenderá usted, amable lector, más de un problema me trajo esta situación. Sin embargo, mi memoria visual parece ser bastante más efectiva que mi memoria onomástica. Con relativa facilidad recuerdo no solo rostros, sino, además, vestimentas y accesorios de aquellas personas que he conocido alguna vez y que, por los motivos que fueren, han causado en mí gran impresión. Sucedió de esa forma con ella , el único amor de verdad y completo que alguna vez tuve en mi vida. Su nombre y la mayoría de los detalles me los reservo, quizá por pudor, pero ciertamente también por respeto. Respeto por alguien que marcó mi vida para siempre. Pues bien, la historia comenzó así; Mientras todavía intentaba recuperarme del shock que me causara mi no correspondido amor de años, que ya conté en el capítulo VII, afortunadamente contaba con el apoyo y el cariño de mis compañeras y amigas de la u...